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Escribía en una hoja de papel mientras su habitación se encontraba con las cien anteriores desperdigadas por el suelo. Quería escribirle una canción acompañada con sus dedos enlazando notas con la cuerda de su guitarra, quería escribir unos cuantos versos de tinta azul acompañados de sentimientos que salían a la luz. Y ahí estaba ella, recién arreglada, cantando una canción de amor bien afinada, leyendo unos versos algo sonrojada, ensayando su encuentro para enamorar. 

I dont care

Una camisa grande en ella al amanecer, un millón de besos guardados bajo el colchón, sonrisas y caricias dobladas en el cajón. Las cenizas de unas cartas de amor en la basura, el último baile parece que sigue en pie, la última canción sigue sonando en la cabeza de los dos. La última pelea, la última reconciliación, los últimos besos, la última vez que estarían juntos bajo las sábanas de aquel colchón. Su voz revoloteaba en la mente de ella como mil mariposas volando en un bosque. En la maleta todos y cada uno de los te quiero que guardó acompañados de sonrisas. Un sueño escondido en una habitación. Las lágrimas manchando de rímel sus mejillas y un adiós en el corazón.

Fuck it .I.

Y entre todos sus deberes, miraba su conversación mientras escuchaba aquella canción que tantos recuerdos le traía. Se aparta el pelo con la mirada fija en sus palabras y la sonrisa se hizo mueca de llorar por nada. Hoy va a fumar, a beber, a comer y a bailar. Hoy va a tomar de todo menos decisiones, y la razón se la va a beber a medias con el alcohol!

Ella estaba tirada en el suelo, en aquel rincón de su habitación que siempre le transmitía tranquilidad; pero esa vez era diferente. En vez de paz le hacía sentirse angustiada y sola. El sol entraba por su ventana, pero a pesar de ello estaba sumida en la oscuridad. El viento soplaba en su contra, sus lágrimas la iban desmaquillando y su móvil no dejaba de sonar. Leyó una y otra vez todos los mensajes que le encantaban y pensó en cómo pudo ser tan ingenua y creérselo todo. Los borró, estaba a punto de borrar también su número, pero entonces se dio cuenta de las pastillas que había tomado unas horas antes, dejó el móvil temblorosa, miró por última vez aquel lugar y cayó al suelo en soledad.

te mentiría -

No me atrevo a recordar, no me atrevo a sonreír, no me atrevo a ser feliz. Sí, tengo miedo de perder la cabeza otra vez, si por ti ya la perdí. Tú, que me haces esconder mis latidos bajo piel, no te quiero molestar, pero yo, me he empezado a encabronar, siento que no tengo nada y reviento porque sé que te quiero a pesar que tú si puedas estar sin mí, te mentiría si digo que en todo el día no pienso en ti. Porque muero al pensar que has escondido tu corazón, vuelvo a mentirte diciendo que nunca sería tu trovador. Yo, cuando duermo sueño que la luna alumbra tu piel, abrazada junto a mí. Pero no, me despierto y tú no estás, y a mí me come el colchón y ya vuelvo a recordar. Yo, me consumo en la realidad, de olvidarte me olvidaré, quise intentarlo pero fallé. Siento que te me vas a cada paso que doy sin ti, ardo desnudo en la soledad cuando te llamo y no estás aquí. Déjame reventar el horizonte del porvenir, dándole al sueño una realidad con las caricias que hice por ti.

cerca de mi -

Se ve que se ha escapado el día por los ventanales, y el minutero mientras tanto marea el reloj. Fumando marihuana, que no se enteren los grandes, sabiendo que eso no lo ampara la ley del menor. Se perderá la musa que inspiraba a los poetas, si es que a la luna la deja de iluminar el sol. Mientras la suela de mis pies borraba tu frontera, dos manos enlazadas que se decían adiós. Se cansó de vivir, y aunque el viento me juró que estaba aquí, cerca de mí, se escapó, y al correr apagaba estrellas al amanecer, para no volver cerca de mí.

Mañana será otro día, otra vez a caminar(;

Ella es una chica normal; sonríe, camina y a veces se la oye cantar, tiene esa melancolía en sus ojos que nadie sabe explicar, camina rápido, sin parar, todos dicen que tiene prisa, pero nadie sabe a donde va. Ella llega a su casa y allí se siente fatal, después de un largo día, solo quiere descansar. Su paseo es un castigo, no puede dejar de pensar en todo lo que ha comido, ahora su ropa no le va a entrar. Empieza su ceremonia, la niña empieza a contar, cierra la boca con calma, siente ganas de llorar. Su cuerpo es su complejo, ella quiere adelgazar. Todos dicen " que bella es"; pero ella no lo puede ver, solo sabe agradecer. Su comida es su enemiga, nadie lo debe saber. Ella se siente vacía, pobre princesita de cristal, otro día ha terminado, se va a la cama sin cenar. Mañana será otro día, otra vez a caminar.