martes, 14 de junio de 2011

She decides to die



Que absurdo, depresión, obsesión por un hombre del que ya ni sabía donde vivía, del cual se había enamorado. Ella era una persona absolutamente normal, pero al contrario que los demás, ella intentaría conquistarle. Lo vendió todo para ir a su encuentro, ella aceptó el papel de amante para un día conquistarle como marido, ella se resignó a pasar días y noches esperando sus escasas llamadas telefónicas. Un día, comprendió que no era bien recibida, pasó meses sin comer, y sus amigos empezaron a preocuparse. Cierta mañana, se levantó con unas inmensas ganas de vivir, se alimentó como no había hecho desde hace tiempo y salió a la calle a buscar trabajo. Consiguió ser objeto de las atenciones de un joven guapo, inteligente, deseado por muchas mujeres. Un año después, se hallaba casada con él. Él se vio obligado a enrolarse en el ejército, y su vida pareció a punto de desplomarse. Él retornó, pasaron tres años. Un día de repente, el corazón de ella se aceleró, volvió a su mente la imagen de aquel primer amante, de cuyo destino no volvió jamás a tener noticias. ¿Y si hubiera luchado más? Lo que antes le parecía el paraíso, comenzó a transformarse en el infierno. Empezó a buscar frenéticamente al hombre distante. Su marido no sabía nada y esto la conducía a la locura. Vendió las joyas que le regalaron para su boda y compró un pasaje para partir al otro lado del océano, hasta que alguien la convenció de que no serviría de nada ir sin saber adónde llegar. Una tarde ella se acostó, sufriendo por amor como no había sufrido nunca antes. Pasó aquella noche y todo el día siguiente metida en su habitación, y otro más. Al tercer día, su marido llamó a un médico. Ella tuvo un ataque de nervios, cerró la puerta con llave y solo la abrió cuando se fue. Una semana después, no tenía ganas ni de ir al baño, ya ni siquiera pensaba, su cabeza estaba completamente absorbida por los fragmentos de memoria del hombre que ella creía que también la buscaba sin conseguir encontrarla. Entró y salió varias veces de la realidad, pasó noches  enteras en blanco y días enteros durmiendo, dos hombres entraron en su cuarto sin llamar, uno de ellos la sujetó, otro le aplicó una inyección y ella se despertó en Villete.


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